miércoles, 26 de junio de 2013

Himawari

La importancia del girasol en Japón es mayúscula, especialmente porque poseen la peculiar capacidad de extraer las sustancias tóxicas del suelo, tales como el plomo, el arsénico y el uranio, y procesarlas. Después del desastre nuclear de Fukushima en el 2011, miles de voluntarios se lanzaron a la ardua tarea de plantar girasoles cerca de la zona afectada para descontaminar el suelo radiactivo.