sábado, 10 de septiembre de 2016

Vuelta de Vacaciones

      Arranca septiembre y se hace inevitable que en la cabeza de todos suene con pausada cadencia aquello de “el final del verano…”. La canción del Dúo Dinámico es la banda sonora que marca el impasse entre las vacaciones y la vuelta a la rutina, una transición que puede atragantársele a más de uno. La conocida como depresión post vacacional -un indigesto cóctel de ansiedad, cansancio y tristeza- afecta a en torno a un 30% de los trabajadores españoles. Sin embargo, la reincorporación al trabajo puede ser menos tediosa si se siguen algunos sencillos consejos:



Puesta a punto.
Las vacaciones suelen ser sinónimo de excesos. Hay que aprovechar la vuelta a la rutina para volver a cuidarse y para hacer cosas que nos hagan sentir bien con nosotros mismos. Además de para liberar tensiones, hacer deporte acarrea la liberación de endorfinas y otras hormonas que provocan placer y felicidad, algo de lo que necesitaremos un chute extra. Lo que comemos también tiene efecto en nuestro ánimo. Las vitaminas que aportan alimentos como las fruta, los vegetales y las legumbres nos harán sentirnos más fuertes.
A por todas.
Los días de descanso deben servir para coger el impulso necesario para volver al trabajo con ganas, para fijarse nuevas metas y retos. Una parte de nosotros estará impaciente por ponerse manos a la obra, por aprender, por superarse y por progresar.

Planes a corto plazo.
Es normal que cuando uno vuelve a encender el ordenador tras varias semanas de parón tenga la tentación de ponerse a buscar paquetes vacacionales para el verano que viene. Mejor que eso es pensar en el próximo fin de semana, generarnos expectativas que podamos satisfacer a corto plazo y que nos generen bienestar: una escapada, una ruta de tapas, una comilona en casa entre amigos… Es bienvenido cualquier plan que te permita desconectar y sacar partido a tu tiempo libre.





Ir aclimatándose.
Pasar de levantarse cuando el cuerpo lo pide a guiarse por el sonido de la alarma es quizás uno de los cambios más doloroso que experimentamos en septiembre. Por eso es preferible comenzar a tirar de despertador unos días antes de reincorporarse al trabajo para ir adaptándose a los horarios. Y, una vez que ya se esté trabajando, conviene poner el despertador unos 10 minutos antes de la hora a la que nos despertamos habitualmente para tener un pequeño margen para hacer las cosas con calma.

Sé positivo.
Utiliza el recuerdo de tus vacaciones como un refuerzo positivo, algo que pudiste permitirte gracias a tu trabajo y a tu esfuerzo. No dejes que se convierta en un lastre, en un recuerdo nostálgico que te impida disfrutar de las pequeñas cosas de tu día a día e intenta no quejarte de manera frecuente o, de lo contrario, entrarás en una espiral de negatividad que no te servirá para nada.