jueves, 24 de julio de 2025

Un legado de luz.

 Un legado de luz.

Hay caminos que una no recorre sola. Aunque la vida a veces se lleve físicamente a ciertas personas de nuestro lado, hay algo de ellas que se queda para siempre. Hay nombres que no se olvidan, manos que me sostuvieron cuando más lo necesitaba, voces que me enseñaron a mirar con otros ojos. Y sobre todo, hay tiempos regalados con generosidad, sin esperar nada a cambio, sabiendo que ese tiempo no volvería. En esta exposición, lo que hoy comparto aquí, no es solo una serie de fotografías: es un acto de memoria, de agradecimiento y de amor.
Quiero dedicar esta obra a dos personas muy especiales. Dos personas que me acompañaron con una entrega silenciosa, sincera y constante. Ellas no solo estuvieron cuando había que estar, también estuvieron antes de que todo comenzara: en las ideas iniciales, en los cuidados invisibles, en la estructura, en la escucha, en los gestos pequeños que lo sostienen todo. Su apoyo no fue solo técnico o logístico. Fue emocional, fue humano. Fue real.
Me enseñaron que la disciplina también puede ser ternura. Que la organización es una forma de respeto. Que preparar una exposición empieza mucho antes de tomar la cámara: empieza en el compromiso, en la mirada compartida, en el saber estar. Todo lo que hoy se ve, todo lo que ahora se abre al mundo, lleva su huella. Su manera de hacer, su manera de estar. Su confianza.
Esta muestra es, sobre todo, una forma de decir “gracias”. Y también de decir “aquí seguís”, porque su legado no terminó. Sigue vivo en mí, en cada paso que doy, en cada imagen que elijo, en cada historia que intento contar con honestidad. Lo que aprendí de ellas intento transmitirlo con el mismo respeto, el mismo cuidado, la misma pasión que ellas me ofrecieron.
Es un tributo en forma de luz, imagen a imagen, para quienes me enseñaron a mirar con el alma.
Gracias, pareja. De corazón. ♥️

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