domingo, 29 de marzo de 2020

Diario de un Confinamiento.




   
29 de Marzo.


        El gobierno suspende las actividades no esenciales hasta el 9 de abril. Los aviones llegan desde China cargados con material sanitario (epi, respiradores, mascarillas guantes, test...) para hospitales y centros de salud, pero son insuficientes, el sector sanitario agradece nuestros aplausos diarios, pero reclaman al gobierno más material para poder combatir al COVID19. Aparece un nuevo miembro en nuestra familia, Fernando Simón, director del centro de coordinación de alertas y emergencias sanitarias del ministerio de sanidad, persona que diariamente nos informa del desarrollo de esta pandemia.      
                                                                                                
     Durante la madrugada del 28/29 hemos entrado en el horario de verano. Cuando den las 20:00 y salgamos a aplaudir, la luz de la tarde pondrá cara a los vecinos.



“Las calles en silencio. El ruido cotidiano pasa a ser invisible, me despierta un mensaje entre el silencio: Estamos desinfectando la ciudad, entre en casa. SADECO a su servicio.  Y sé que no es un sueño. Vuelvo a vivir entre pesadillas y realidad. Por mi ventana solo veo camiones desinfectando mi avenida, no hay gente, no hay ruido, solo dolor y el mismo sentimiento de ayer. Los números de infectados se mezclan con el de fallecidos, la curva aumenta, yo voy en el bus y no quiero saber nada, la mascarilla me ahoga, siento ansiedad, incertidumbre, desconfianza…me colapso…. Mi cabeza me regala una dolorosa migraña. Estoy en un mundo al que no pertenezco”. “Huele a lejía.” 








 “Lo mejor del día: una video llamada a cuatro… por un corto espacio de tiempo, la alegría y un gran sentimiento de emoción dejan a un lado la pena y el dolor que tengo en mi corazón. Ha sido un soplo de aire fresco…gracias amigas”.

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