En este tiempo de ruido de sirenas, calles vacías y tardes
de aplausos, en este año que empezó con un viaje compartido a una ciudad museo,
en estos días de mascarilla y guantes de látex la distancia de seguridad nunca
fue un impedimento para que nuestros sentimientos estuviesen más cerca que
nunca.
Un día te lo prometí y nunca pensé que fuera tan pronto,
pero lo consentiste encantado, me permitiste estar a tu lado, me abriste tu
espacio y me introduje en tu circulo de confort que ni el pudor ni el respeto
nos frenaron.
Por instinto seguiré tu rastro para que me guíes si pierdo
el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario