El Arcángel San Rafael es el Custodio de Córdoba desde el siglo XVI, tal como proclamó ante el padre Roelas, cuando la peste azotó a la ciudad y afirmó que el propio San Rafael se le había aparecido.
Desde entonces, la devoción por San Rafael ha llevado a que en la actualidad se le tome como patrón de la ciudad, en lugar de sus auténticos patroness, San Acisclo y Santa Victoria. Su fiesta, el 29 de Septiembre, no es fiesta local, ya que Córdoba celebra su festividad local el antiguo día de San Rafael, el 24 de octubre.
La ciudad está llena de referencias al Arcángel. Los más visibles son los Triunfos, pero también el estadio municipal, un antiguo arroyo, hoy desaparecido, calles y plazas, iglesias (iglesia del Juramento de San Rafael, Iglesia de San Rafael), un cementerio, unas bodegas... y por supuesto, el propio nombre, uno de los más comunes en Córdoba.
Su fiesta se celebra el 24 de octubre. A finales del siglo XX la festividad de los Arcángel San Gabriel, San Miguel y San Rafael fueron reunidos en un mismo día, el 29 de septiembre. Sin embargo, a Córdoba se le concedió el privilegio de mantener la festividad según la tradición, en atención a la gran devoción que la ciudad le dedica. Es, junto a la Fuensanta, las dos fiestas locales de la ciudad.
Es tradicional que en este día de San Rafael los cordobeses acudan en masa al campo a degustar los conocidos peroles, así como acudir a la Iglesia del Juramento a ver al llamado Custodio de la ciudad.
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